viernes, 30 de junio de 2017

Escapada ornitológica a Escocia: (III) Cairgorms, Ptarmingan, Abernethy forest y Loch Insh

 Tercera parte de nuestra escapada ornitológica a Escocia. Después de haber visitado la costa este escocesa y el sur de las Highlands pusimos rumbo al centro del país para conocer el parque nacional de Cairgorms, principalmente sus espectaculares pinares caledonianos, varias de sus lochs y algunas zonas de montaña. Tras haber visitado Avielochan el día anterior, ya habíamos podido disfrutar de algunas de las especies acúaticas previstas, como el zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus) o el porrón osculado (Bucephala clangula) así que decidimos centrarnos en otro de nuestros principales objetivos, el gallo lira (Lyrurus tetrix).


Lagópodo escocés (Lagopus lagopus scotica). Cairgorms 12/06/2017 


Después de hacer noche en Kingussie pusimos rumbo a la zona que nos habían recomendado para observar gallo lira. De camino paramos a fotografiar a unas vacas muy particulares, conocidas como vacas escocesas o vacas de las Highlands, una raza seleccionada durante siglos para soportar climas fríos y lluviosos, que tiene su origen en Escocia, aunque a día de hoy se la puede encontrar en otros muchos países. Llegando a la zona nos topamos con una imagen poco habitual, en la cuneta de la carretera que nos conducía a través de hipnóticos brezales, pudimos observar brevemente a una chocha perdiz (Scolopax rusticola) posada, algo que a pesar de la relativa abundancia de la especie resulta bastante complicado, al menos en la península ibérica, dados sus hábitos nocturnos y discretos.

Vaca escocesa o de las Highlands

Luciendo flequillo


Una vez llegamos a la zona nos pusimos manos a la obra, aunque he de reconocer que sin muchas expectativas, pues al igual que ocurre con el urogallo, observar a la especie fuera de la época de celo resulta complicado, aunque en este caso con un punto a nuestro favor, que al menos esta especie no permanece oculta en los bosques. Durante nuestras esperas en busca del "gallo negro" no nos dio tiempo de aburrirnos, nada más llegar localizamos varios lagópodos esoceses (Lagopus lagopus scotica), algunas perdices rojas (Alectoris rufa), faisanes (Phasianus colchicus), zarapitos reales (Numenius arquata) y ostreros (Haematopus ostralegus), aunque sin duda lo que más nos entretuvo fueron hasta tres infatigables búhos campestres (Asio flammeus) que escudriñaban una y otra vez grandes extensiones de brezal.


Hábitat del gallo lira

Búho campestre (Asio flammeus)

Búho campestre (Asio flammeus)

Orquídea (Dactylorhiza purpurella)

Lagópodo escocés (Lagopus lagopus scotica)


También hubo tiempo para la observación de mamíferos, por allí se dejaron ver algunos ciervos (Cervus elaphus), corzos (Capreolus capreolus), abundantes conejos (Oryctolagus cuniculus) una liebre variable (Lepus timidus) con pelaje estival, y un pequeño roedor de un llamativo color anaranjado, que tras consultar varias fuentes identificamos como un topillo rojo (Myodes glareolus). Dejo el enlace a la página de la sociedad de mamíferos de Reino Unido (The mamals society) donde pueden consultarse todas las especies presentes en el territorio.


Liebre variable (Lepus timidus)

Corzo (Capreolus capreolus)


Tras un largo rato de búsqueda, al fin conseguimos dar con el primer macho de gallo lira, aunque tardó muy poco en perderse entre los brezales, con la mala suerte de que no volvió a aparecer. Tuvieron que pasar varias horas más hasta dar con un nuevo ejemplar, y en esta ocasión si pudimos disfrutarlo durante un buen rato en un pequeño claro. Tras unos 20 minutos de observación se escondió entre la vegetación, y no volvimos a localizarle. Pese a todo permanecimos en la zona para intentar observar a algún otro individuo más cerca de nuestra posición, pero tan solo localizamos otros dos machos que estaban aun más lejos, y que a pesar de estar fuera de fecha, no dudaron en exhibir una conducta un tanto agresiva cuando coincidieron. De todas formas el balance no era para quejarse, en 5 horas de observación localizamos un total de 4 ejemplares diferentes, lo que no esta nada mal!. El gallo lira es una galliforme de la familia de las tetraónidas (Tetraoninae / tetraonidae) es decir, un pariente próximo del urogallo (Tetrao urogallus) de hecho hasta hace poco estaba englobado en el género Tetrao. Tanto es así, que son habituales las hibridaciones entre ambas especies, dando lugar a ejemplares con un aspecto tan particular como el de esta imagen, proceso que también se ha documentado con otras especies como el lagópodo escocés (Lagopus lagopus scotica), el lagópodo alpino (lagopus muta) o el grévol (Tetrastes bonasia). El gallo lira ocupa páramos, brezales y cenagales, utilizando abedulares o plantaciones de pinos que actúan como islas y que le sirven para refugiarse durante el invierno, lo que le ha hecho muy susceptible a los cambios de uso del terreno, el sobrepastoreo y la fragmentación de poblaciones, entre otras amenazas. El censo nacional de 2005 en el que se detectó un fuerte declive respecto al anterior (-29%) arrojó la cifra de 3500 machos territoriales en Escocia, donde tras años de esfuerzo parece haberse revertido la situación, alcanzando la cifra de 4700 machos según datos de 2013. Dejo el enlace a un interesante artículo sobre la situación de la especie y el manejo que se ha llevado a cabo, y que pone de manifiesto que cuando se quiere, se pueden cambiar las cosas, algo que resulta alentador en vista del lamentable declive que sufren nuestras especies esteparias, aunque en nuestro caso haría falta voluntad política... y eso ya sabemos que es mucho pedir.


Macho de gallo lira (Lyrurus tetrix)

Gallo lira (Lyrurus tetrix)

Otro de los machos que pudimos observar en la zona.


Lo que restaba de tarde lo invertimos en visitar varios lagos no muy lejos de allí, pero no depararon nada relevante, así que aprovechamos para hacer un poco de turismo convencional por los pueblos cercanos, regresando de nuevo a Kingussie para pasar la noche. A la mañana siguiente visitamos la estación de Ptarmingan (nombre inglés del lagópodo alpino), en la zona montañosa del parque nacional de Cairgorms, donde el objetivo era intentar observar, valga la redundancia, lagópodo alpino (Lagopus muta) y escribano nival (Plectrophenax nivalis). Otra de las estrellas del parque es el chorlito carambolo (Charadrius morinellus) pero varios amigos nos avisaron de que en esta zona en particular no es posible observarlo, siendo más factible en la subida al pico Ben Macdui, así que lo descartamos, al fin y al cabo es una especie que hemos podido disfrutar en varias ocasiones durante sus pasos migratorios en la península ibérica, así que no dolió mucho hacerlo, aunque nos hubiera gustado verles en sus zonas de cría mostrando su llamativo plumaje estival. Para visitar las zonas de montaña solo existen dos posibilidades, realizar alguna ruta a pie, lo que es recomendable en caso de tener tiempo y que el pronóstico sea favorable, o subir en funicular, en cuyo caso no puedes abandonar las cristaleras de la estación de Ptarmingan. Dado que la previsión era muy mala para ese día, descartamos realizar una ruta a pie, y menos mal... pues una vez arriba comprobamos que la temperatura era de 0,5 Cº acompañada de rachas de aire de unos 50 km/h. Solo nos quedaba entonces subir en funicular hasta el restaurante de Ptarmingan, lo que limitaba mucho nuestras posibilidades de observar cualquiera de las dos especies. Pese a todo lo intentamos, ya que estábamos allí...

Subida a Ptarmingan en funicular.

Cartel informativo con las rutas y pistas disponibles.


Nos dio mucha pena cuando el funicular comenzó la subida y vimos la espesa niebla que cubría las cimas. No había mucho que hacer allí, pues aunque en el propio restaurante es habitual ver a gente con el telescopio montado buscando lagópodos, y no son pocos los que lo logran, la niebla no permitía ver apenas 20 metros. De cualquier forma decidimos permanecer allí lo que nos dejaran (el primer funicular de subida es a las 10 y el último de bajada a las 16:30) por si había suerte y la niebla levantaba, pero no fue el caso, así que decidimos almorzar con los prismáticos en ristre, por si acaso. Durante el almuerzo casi nos atragantamos varias veces cuando un ejemplar de escribano nival (Plectrophenax nivalis) pasó volando a un par de metros de la cristalera. Una situación un tanto extraña eso de estar comiendo y ver un escribano nival por la ventana, aunque sin detenerse, todo hay que decirlo, salvo en una ocasión, cuando pudimos hacer una fotografía de las malas, de esas que no llegan ni a testimonial y en las que ver al ave es más una cuestión de fe. A pesar de ser una especie de la que pudimos disfrutar en 2014 en la sierra de Madrid a escasos metros, nos hizo ilusión observarla aunque fuera brevemente en su zona de cría. Dada la apariencia grisácea del dorso y de la cabeza, llegamos a la conclusión de que debía tratarse de un juvenil, aunque las fechas nos parecían algo tempranas. Por allí no se dejó ver nada más, salvo una intrépida gaviota cana (Larus canus) que parecía desenvolverse bastante bien a pesar del hábitat y la temperatura a la que nos encontrábamos.


Juvenil de escribano nival (Plectrophenax nivalis)

Gaviota cana (Larus canus) "de montaña". 


Cuando no quedó mas remedio abandonamos la estación, con cierta pena por no tener más días para poder intentarlo de nuevo, pero el viaje iba bastante ajustado y no compensaba alterar el itinerario. Para desquitarnos, una vez abajo invertimos un rato en localizar una pareja de mirlos capiblancos (Turdus torquatus) de cuya presencia nos había advertido un amigo antes de visitar la zona. Al cabo de pocos minutos localizamos al menos 3 ejemplares, concretamente de la subespecie torquatus, que difiere de alpestris, con presencia en la península ibérica, por no mostrar las partes inferiores escamadas.


Mirlo capiblanco (Turdus torquatus torquatus) macho.

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus torquatus) hembra. 

Loch Morlich


La tarde la dedicamos nuevamente a la búsqueda de urogallo en diversas zonas del bosque de Abernethy, aunque el resultado fue el que cabria esperar, no hubo suerte. Por allí pudimos observar algunos camachuelos europeos (Pyrrhula pyrrhula) entre ellos una pareja que se dejó fotografiar a escasos metros, abundantes mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), reyezuelos sencillos (Regulus regulus), bisbitas arbóreos (Anthus trivialis) y en menor medida, agateador norteño (Certhia familiaris), colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) y ardilla roja (Sciurus vulgaris).

Pinares caledonianos de Abernethy forest

Pareja de camachuelos comunes (Pyrrhula pyrrhula)

Macho de camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula)

Bisbita arbóreo (Anthus trivialis)

Pinares caledonianos de la reserva de Abernethy.

Ardilla roja (Sciurus vulgaris)

Un pequeño boleto abriéndose paso entre las acículas.

Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) hembra.

Reyezuelo sencillo (Regulus regulus)

Loch Garten, dentro de la reserva de la RSPB, y donde cría
el águila pescadora (Pandion haliaetus)


La última parada antes de marcharnos del parque nacional de Cairgorms la hicimos en Loch Insh, un lago de mediano tamaño donde observamos algunas especies interesantes, como una hembra de serreta mediana (Mergus serrator) con al menos 11 pollos que intentaban subirse encima de su dorso, lo cual era imposible dado el tamaño que ya tenían y por lo cual la hembra los rehuía, o varias parejas de porrón osculado (Bucephala clangula) ambas con 5 crías. También se dejaron ver por allí algunas especies de limícolas, ostreros (Haematopus ostralegus), zarapitos reales (Numenius arquata), avefrías (Vanellus vanellus) y andarríos chico (Actitis hypoleucos), numerosas gaviotas reidoras (Croicocephalus ridibundus), algunos azulones (Anas platyrhynchos) y una pareja de cisne vulgar (Cygnus olor).

Hembra de serreta mediana (Mergus serrator) con 11 crías. 

Pareja de cisne vulgar (Cygnus olor)

Hembra de azulón (Anas platyrhynchos) con 5 crías.

Hembra de porrón osculado (Bucephala clangula) tambien con 5 crías.


Tras esta última parada en Loch Insh pusimos rumbo a Oban, en la costa oeste, que daría comienzo a la última etapa del viaje, y donde visitaríamos las islas de Mull, Lunga, Staffa e Iona, atravesando de regreso a Edimburgo el parque nacional de Loch Lomond, donde haríamos noche en Callander antes de coger el vuelo. Durante esta fase del viaje disfrutaríamos de algunas especies tan peculiares como el arao aliblanco (Cepphus grylle), el pigargo europeo (Haliaeetus albicilla), el guion de codornices (Crex crex) o el mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix) entre otras, sin despreciar el protagonismo que tendrían los frailecillos (Fratercula arctica) principal atractivo de la isla de Lunga, pero todo esto tendrá que esperar a la última entrada.


Costa de Oban, frente a la isla de Kerrera.



Escapada ornitológica a Escocia: (I)
http://amantesdelaornitologia.blogspot.com.es/2017/06/escapada-ornitologica-escocia-i.html

Escapada ornitológica a Escocia: (II)
http://amantesdelaornitologia.blogspot.com.es/2017/06/escapada-ornitologica-escocia-ii.html

Escapada ornitológica a Escocia: (III)
http://amantesdelaornitologia.blogspot.com.es/2017/06/escapada-ornitologica-escocia-iii.html

Escapada ornitológica a Escocia: (IV)
http://amantesdelaornitologia.blogspot.com.es/2017/07/escapada-ornitologica-escocia-iv-oban.html


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