viernes, 17 de febrero de 2017

Nuevos registros de porrón acollarado en Extremadura

Durante este invierno están proliferando como nunca los registros de porrón acollarado (Aythya collaris) en Extremadura. Las primeras citas de la especie en la comunidad son recientes, concretamente de 2015, con varios registros en 2016 y al menos tres en lo que llevamos de 2017. El porrón acollarado es una especie neártica muy abundante y con tendencia positiva, cuya última estima poblacional realizada a principios de los 2000 cuantifico en 1.220.000 individuos. En paralelo ha ido apareciendo una pequeña zona de invernada en Europa Occidental, evidente a partir de 1970. Así en 2003 ya se habían citado casi 500 ejemplares en el Reino Unido y 137 en Francia; y en 2009 más de 75 en las islas de Macaronesia e incluso 24 en Marruecos.


Porrones acollarados (Aythya collaris) hembra (izq) y macho.
Oliva de Plasencia (CC) 16/02/2017

lunes, 13 de febrero de 2017

El pico menor en Extremadura

El pico menor (Dendrocopos minor) es el más pequeño de las 7 especies de pícidos que habitan en España. Presenta una estructura corta y compacta, así como un pico pequeño y puntiagudo que utiliza al igual que el resto de pájaros carpinteros para encontrar alimento (principalmente larvas de xilófagos) en las cortezas de los árboles, u horadar una cavidad para llevar a cabo la reproducción. El marcado diseño ajedrezado del dorso, que recuerda al de un pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos) resulta característico de esta especie, esto sumado a su pequeño tamaño y a los rasgos ya comentados, le confieren un aspecto inconfundible. La especie presenta un marcado dimorfismo sexual, mostrando los machos una coloración pileal rojiza ausente en las hembras.

Pico menor (Dendrocopos minor) macho.
La Granja (CC) 11/02/2017

viernes, 3 de febrero de 2017

La Presa de Hoy

Hace apenas 4 meses, la editorial Tundra publicó la novela "La Presa de Hoy" de Dave Langlois. Reconozco que he tardado en leerla, tenía muchas ganas, pero andaba atareado y con otras lecturas entre manos y lo he ido demorando. Lo malo viene cuando por cercanía muchas personas de tu entorno ya se lo han leído, y se convierte en un tema de conversación habitual, por ejemplo, en las jornadas de anillamiento, avivando aun más la curiosidad previa por leer la novela de Dave. Así que no me quedó más remedio que dejar pausadas otras tareas y sacar unas horas para poder leerla de una vez, literalmente, porque engancha, y no hay otra manera.